El GARR llama a las autoridades haitianas y dominicanas a una gestión concertada de la frontera respetuosa de los derechos de las personas
El Grupo de apoyo a los Repatriados y Refugiados (GARR) está preocupado profundamente por la tensión creciente que tiende a señalar las relaciones entre los dos pueblos vecinos desde hace varias semanas asà como distintos incidentes deplorables observados en la frontera haïtiano-dominicana .El GARR desea destacar la urgencia de una gestión concertada de esta superficie estratégica en un enfoque participativo y respetuoso de los derechos humanos de sus numerosos usuarios. Mientras que después del terremoto del 12 de Enero, distintos sectores de la sociedad civil de los dos paÃses se alegraban del gran impulso de solidaridad dominicana que implicaba una distensión mucho tiempo deseada en las relaciones entre los dos pueblos, las viejas percepciones y prácticas tienden a reaparecer en fuerza. Este cambio negativo se precisó con la aparición del cólera a los mediados de octubre, y el anuncio por el Gobierno Dominicano de todo un paquete de medidas restrictivas vinculadas a la travesÃa de la frontera.Asà pues, es debido a las prohibiciones vinculadas a las medidas anticólera y también al contrabando que un agente del CESFRONT, apostado a Dajabon cogió una funda de ajo de las manos de una jovena haitiana que cruzaba la frontera en la mañana del lunes 29 de noviembre de 2010 en dirección del mercado binational establecido en la ciudad de Dajabon. Se la maltrató algo, según distintos testimonios. La funda, parece, contenÃa una determinada cantidad de dinero destinada a compras. Sin embargo, el soldado dominicano siguió siendo sordo a las llamadas de la nacional haitiana que querÃa recuperar su dinero.“Desconcertada por esta pérdida súbita, la joven comerciante se desmayó y el indicador ya no sólo moverse, los otros usuarios de la frontera concluyeron al militar del CESFRONT le habÃa llevado un golpe mortal. â€, explicó al GARR el representante de un organismo de derechos humanos basado a la frontera. La noticia de su supuesta muerte se propagó inmediatamente y los residentes de Ouanaminthe enfadados comenzaron a lanzar piedras y botellas en dirección de los soldados del CESFRONT que contrariaron por ráfagas de proyectiles.“Ninguna muerte se ha registrado durante este dÃa. â€, indicó la misma fuente precisando que el balance de las personas alcanzadas asciende a una quincena de heridos leves entre ellos Camille Cherenfant, Odigé Dévalcin, Odilon Fleuriné, Gary Dieudonné, ocupados en Ouanaminthe y Junior Florestal, en SantiagoEl GARR lamenta los incidentes que siguieron la falsa noticia de la muerte de esta jovena persona y aprovechan para alertar una vez más a las autoridades de los dos paÃses sobre el deterioro en la población haitiana del sentimiento de confianza en la justicia, tanta grande es la impunidad que a menudo ha rodeado un número incalculable de abusos y violaciones de los derechos de la persona en la frontera y a otra parte en la República Dominicana.En lo que se trató al contexto post cólera, las autoridades dominicanas se encontraron cuarteadas entre la necesidad de expedir medidas de prevención anticólera y los imperativos de guardar el mercado haitiano cuyas ventajas se calculan en cientos de millones de dólares americanos anuales para los inversores dominicanos.Entre tanto, del lado haitiano, ninguna verdadera campaña de información y sensibilización de las comunidades fronterizas y millares de usuarios de los mercados binacionales por los responsables haitianos, sobre todas las implicaciones que representa esta gestión en la prevención del cólera en los intercambios fronterizos.Las autoridades dominicanas con interlocutores distantes y poco interesados como la Administración Préval-Bellerive se encuentran pues solas a la barra de las decisiones y los derechos de los nacionales haitianos se menoscaban.Añadido a eso el obstáculo lingüÃstico y la ausencia de toda estructura de Resolución pacÃfica de los conflictos, de los dos lados de esta frontera larga de más de 350 kilómetros. Frustrados-as olvidados-as, los usuarios haitianos, en su mayorÃa de las mujeres comerciantes, dependen de la orden querer de autoridades locales y, deben elevar la voz y a menudo protestar dÃas enteros para, a Belladère como a Dajabon, para conseguir una toma de decisión tan simple como la del acceso a sus mercancÃas almacenadas mientras que las instancias oficiales centrales existen pero están ocupadas demasiado a otra cosa. Mientras tanto, unos militares dominicanos dan la vuelta a su pequeñas y grandes corrupciones del pasado reclamando de los Haitianos /Haitianas que pasan, 20 a 100 pesos por cabeza para dejar pasar ya que el paso, antes negociado para falta de documentación o productos dichos en contrabando se saca partido hoy en función del cólera. Es importante destacar que los acontecimientos de Ouanaminthe/Dajabon ocurren también en un clima de discriminación creciente frente a la comunidad haitiana establecida en territorio dominicano. Los testimonios son cada vez más numerosos y emanan de distintos sectores donde la mano de obra haitiana es visible como el turismo o la construcción.Por fin, es infeliz que los incidentes del 29 de noviembre de 2010 se produjeron en esta misma ciudad fronteriza de Ouanaminthe, ciudad sÃmbolo donde los Presidentes Fernandez y Préval pronunciaron un discurso de reactivación solemne de la Comisión Mixta Bilateral haïtiano-dominicana , hace alrededor de 4 meses. El GARR exhorta pues a las autoridades de los dos paÃses a prestar a los acontecimientos de Ouanaminthe toda la atención que merecen y revisitar el conjunto de las propuestas y recomendaciones que ya les han sido transportadas, a la vez por los organismos de derechos humanos haitianos y dominicanos. Asà podrán enorgullecerse de expresar en este XXIe siglo la voluntad polÃtica de establecer un compromiso insular verdadero hacia un vivir juntos garantizado por un diálogo permanente y sincero traducido en una gestión concertada de la frontera respetuosa de derechos de la persona.
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